día de la madre.

Nacida en tierras aragonesas,
tienes sangre propia de dragones
una mujer en tiempos de hombres,
una hija, una hermana, una infancia
dónde dolían las comparaciones.

con voluntad férrea peleaste
defendiste tu dignidad como mujer
y a los 20 años lo conseguiste,
era casi una niña la que salía
desplegando sus alas
hacia un mundo por conocer.

Un ser apenas experimentado,
con ansias de vivir y descubrir,
pecando de la ingenuidad propia de la edad,
te enfrentaste a uno de los mayores
retos de la humanidad: la crianza.

Y con la suerte del principiante,
en esta aventura donde no hubo
ni avisos ni incisos, ocurrió lo inesperado,
y es que la experiencia se duplicó,
y  al final resultaron ser dos.

Tu adultez temprana fue marcada,
por el cuidado y la obligación,
olvidadas se quedaron las ganas
de sucumbir al caos y a la anarquía,
de ser libre, de palpar tus propios límites.

Eras muy joven para ser madre
para cargar con tremendo rol,
pero lo hiciste lo mejor que supiste,
y a los hechos me remito yo.

Toda una vida siendo madre
sería extraño no haber cometido errores,
Pero hay algo que es sabido por todas,
y es que tus virtudes son infinitamente superiores.

Mamá,

Pensar en ti me inspira ternura,
tus buenos días siempre con una sonrisa,
el abrazo que te robo en la cocina,
el amor con que noto que nos miras.

Y es que perder a un padre
con precaria juventud me enseñó
valiosas cosas, pero la mas importante de todas:
Me enseñó a valorarte y  a disfrutarte,
A guardar en mi memoria tus gestos y tus expresiones
tu amplia sonrisa, tu gran sentido del humor,
tu inquietante mirada, tu infinita compasión,
tu pasión por la lectura que todas compartimos,
tu sed de conocimiento y sabiduría.


De verdad, a veces te quiero tanto,
que rompo a llorar, y siento como explota
mi corazón en una sístole torrencial
que me llena cada vaso sanguíneo
de amor, de energía, de paz.

Y es que,
como dicen madre sólo hay una,
y tuvimos la suerte de que
la mejor nos tocó a nosotras.

Te quiero mamá.