sábado, 28 de mayo de 2016

Prisa sin risa


Nacemos con prisa.

Prisa por ser mayor, prisa porque te crezcan las tetas, prisa porque te salga barba, prisa porque te quiten el aparato, prisa por dar el primer beso, prisa por descubrir el sexo, prisa por enamorarte (Qué grave error), prisa por acabar los estudios, prisa por ganar dinero, prisa por independizarte, prisa por entablar una relación, prisa por irse a vivir juntos, prisa por trabajar de lo tuyo, prisa por viajar, prisa por conocer gente, prisa por aprender idiomas, prisa por tener hijos, prisa por criarlos, prisa por divorciarte, prisa por rehacer tu vida... prisa, prisa, prisa, PRISA!

Tenemos una intensa prisa por vivir, desconociendo que la vida se pasa en los minutos que cuentas para "llegar a", o "salir de", o "dejar de". No oirás a nadie que tenga prisa por morir. Sin embargo nos tiramos en picado a la inconsciencia de las horas, a los días amontonados en meses, a los meses que despegan...Aterrizando en años que ya no esperan. Vivimos ansiando un mañana y escapando de un pasado que quizás amarga. Pero nunca, nunca, vivimos el ahora.

En besar sin preocupase si se querrá ir después, en correr aunque vayan a doler los pies, en avanzar aunque duela lo vivido, ya sabes que es imposible volver. En sufrir, si toca, pero hacerlo con respeto hacia ti mismo, no lo hagas eterno. En perdonarte, los años cargando culpa te acabaran destrozando la espalda y el alma.

Todo empieza y acaba, eso es una premisa que cuesta aceptar. Para eso, debemos aprender a permitirnos. Permítete perdonarte por todas aquellas cosas que no hiciste bien, en el daño que causaste sin querer, en la arrogancia de años tempranos, en el orgullo de noches cerradas, en el insulto sin motivo, en el desprecio de tus actos. Permítete el no saber, no hacerlo todo bien, equivocarte una y otra vez. Acéptate como eres, porque quizás eso te lleve a ser quién quieres ser.

Así que vive sin prisa, porque el premio que te espera al llegar a la meta no es llegar;
es tener la certeza de haber vivido y sentirte orgulloso por cómo lo hiciste.




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