Un día,
en serio, puede que no me creáis,
un día, hace algunos años
me comí el mundo.
Me sentó fatal,
puede que estuviera caducado,
o quizás (y para mí que fue eso)
llevaba abierto mucho tiempo,
Así que,
haciendo gala de mi condición
como persona con algo de razón
consideré,
que nunca más lo volvería a hacer.
Pero ahora,
veréis, os cuento,
ha pasado un largo tiempo
y puede, no sé , me pregunto
si quizás le pudiese dar
un pequeño bocadito.
Alguien me dijo,
me suena recordar,
que han cambiado al cocinero
ese que nos guía, nos maneja
y nos da sentido a la vida,
sabéis a quién me refiero, no?
Bueno, no os preocupéis,
que yo tampoco lo tengo muy claro.
Total,
que sí,
que voy a echarle un coño,
que voy a probarlo,
este parece que tiene mejor pinta,
y si al final,
mira tú por dónde, me sabe a mierda,
y no consigo parar la diarrea,
lo tengo todo pensado.
Voy a pedirle
la jodida hoja de reclamación.
Que te voy a empapelar cabrón,
que como esta vez no me pongas,
mundo fresco y comprado de hoy,
vas a tener que lidiar,
con una perra hambrienta
y conocedora de que la tercera
copia es para la administración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario