jueves, 9 de abril de 2015

poesía de ayuntamiento

Me llamas.
¿Es porque te sientes sólo?
Me escuchas.
¿Para luego desahogarte?

Qué hay del amor sin sexo,
de los abrazos y el exceso.
Nos une el alcohol y tu tabaco,
nos separa el tiempo y la rutina,

 Parece que conforme creces desaparecen,
¿Dónde irán?
Van a cuevas dónde deben fichar para entrar,
o a cuentas bancarias, dónde suben y bajan,
Puede que vayan al espejo, dónde a veces se miran,
y detrás de ellos no ven más que ropa y soledad.

El reloj sigue girando sin perderse,
es sorprendente que nunca pare a descansar,
Ese imperceptible escaso segundo que separa
el ayer del hoy, el sefué con el vendrá.

Punzante mirada atrás,
melancolía atravesada en la garganta.
Pasotismo, indiferencia y olvido,
vive amigo, vive. Que yo también haré lo mismo.



¿De qué hablo?
De los amigos. Cada uno como un libro , tiene un final.
¿Y quien debe escribir el prólogo del siguiente?








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